miércoles, 4 de diciembre de 2019

Inspirando Valores, 2019/12. Una navidad diferente


Se acerca esta hermosa festividad milenaria que nos permite compartir amor, buenos deseos, acercarnos más a nuestra familia, seres queridos y amistades. Es un mes que se ve diferente por la serie de acontecimientos que la vida moderna ha impuesto, por lo que me permito reflexionar con ustedes para que hagamos la diferencia.

·       Importante conversar en familia sobre el verdadero sentido de la Natividad de un Niño cuyas enseñanzas de humildad, justicia, pobreza nos dejaron una razón poderosa para pensar y actuar.

·       Llegó como cualquier otro niño: inteligente, juguetón, feliz y vivió rodeado de amor, comprensión, respeto, buena comunicación, obediencia y participación en la vida de sus padres que le permitieron desarrollarse en un ambiente de paz dentro del hogar.

·       Pronto tuvo que dejar la tranquilidad de su infancia para cumplir los designios de Su Padre, quien le había dado la difícil tarea de entregar su vida para la salvación del  mundo.

·       De esta realidad, ¿cuál es el sentido actual de la Navidad? Se ha convertido en un comercialismo insalvable ya que todos de una u otra forma caemos en sus garras sin pensar que nos están manipulando, creando una necesidad donde no existe, gastando lo que no tenemos ni podemos, para cumplir con las exigencias implantadas por la sociedad. Triste realidad.

·       Qué sentido tiene ahora si vivimos esperanzados en que una y varias tarjetas aguantan todo, sin pensar que nuestro sacrificio, lo adquirido con esfuerzo para nuestras necesidades y la de nuestros hijos, lo hemos menospreciado al ser parte de una competencia sin sentido. Compramos lo que no necesitamos, regalamos la sorpresa que no sorprende a nadie, perdemos horas y horas de nuestro precioso tiempo derrochando energías que cuando llega el momento se vuelven carga muy pesada y seria, porque HAY QUE PAGAR LAS CUENTAS.

·       Inculquemos en nuestros niños la necesidad de ser respetados. Seamos los mayores portadores de paz y no de conflictos. Evitemos cargarles de regalos que no les dejan desarrollar intelectual y físicamente, que les invalidan y anulan sus buenas energías.

·       Sembremos con ellos un árbol para que mes a mes vayan vivificando la riqueza de su naturaleza, aprendan a cuidarlo y tengan el orgullo de verlo crecer y dar su sombra.

·       Regalemos semillas que les permitan, al poco tiempo, complacerse de sus resultados.

·       Festejemos una “NOCHE BUENA” con amor y ternura para toda la familia, que el perdón y la buena comunicación fluyan como el mejor regalo que podemos ofrecer.

·       Si nos es posible, vamos con los niños a hacer una visita, entregar un regalo, dar cariño, escuchar, colaborar en algún evento. Con el valor que hubiéramos invertido en regalos innecesarios, llevemos una cena a ancianos, a niños en la cárcel, a madres adolescentes, etc.

·       Hagamos una Navidad diferente. Una celebración que nos llene el alma, nos cambie la vida a futuro y seamos parte integral de favorecer al planeta que tanto lo necesita.

Betty de Espinosa

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