"En las faldas del monte Rumiñahui existió una comunidad formada por agricultores que, originalmente, se encontraban desperdigados por varios kilómetros. Los niños para poder asistir a la escuela, debían caminar por 2 horas, unos 8 kilómetros, hasta el poblado más cercano Machachi, ciudad situada a 40 km al sur de Quito. Unos 12 o 15 Km. al sur este de Machachi, se encontraba localizada la hacienda Panzaleo, la cual a la muerte de su propietaria, quien al no tener descendencia, testó que sus propiedades pasen a ser administradas por una Fundación. Se efectuó la división de la hacienda, entregando a los trabajadores agrícolas, parcelas de terreno de entre dos y cinco hectáreas.
Estas familias de campesinos, con gran espíritu de trabajo y superación, iniciaron sus cultivos y la construcción de viviendas. Los padres de familia, con la intención de atender la educación de sus hijos, solicitaron el apoyo del Municipio de Mejía y del Consejo Provincial de Pichincha. Para el proyecto de construcción de la escuela, el Coordinador de los Clubes 4F, que desempañaban funciones de asesoramiento al Ministerio de Agricultura y Ganadería, tomó contacto con los representantes del Club Kiwanis Quito, para que colaboren con la comunidad.
El Club Kiwanis Quito, el primero en el país, se había fundado en 1970 y gracias a uno de los socios que conocía de esta situación se acordó, como programa de mayor énfasis, construir una escuela en ese sector. Se aunaron esfuerzos y se inició el trabajo. El ingeniero Luis Homero de la Torre, socio fundador y como constructor de caminos, prestó maquinaria para nivelar el terreno y con la ayuda de la comunidad se construyó la escuela que lleva por nombre KIWANIS, la misma que se inició con un profesor y 18 alumnos. Con todo entusiasmo, el Club se encargó del equipamiento de la escuela, dotándola de mobiliario y útiles escolares.
Los padres de familia, al ver su escuela terminada, con profesores, pupitres, material didáctico, etc., comenzaron a trasladar sus viviendas a las cercanías de la misma y después de unos años, se formó el pueblo de Panzaleo.
El Club Kiwanis Quito, con sus brigadas médicas ha atendido a niños y adultos, especialmente en el tratamiento odontológico. Se realizan anualmente dos jornadas odontológicas y de desparasitación para toda la comunidad. Los miembros del Club, gestionaron ante el Ministerio de Educación, la asignación de profesores, a fin de que se convierta en una escuela de formación integral de niños.
Ya concentrada la comunidad, el Gobierno Provincial se preocupó de habilitar el carretero que actualmente los une con la ciudad de Machachi por la que pueden sacar sin problemas sus productos.
El trabajo del Club Kiwanis Quito continuó a través de los años hasta la actualidad. Por estar la población reunida, se proveyó a la población de pozos sépticos y agua entubada. En la escuela se pavimentó el patio de recreación y se lo equipó con elementos deportivos como futbol y basquetbol, baterías sanitarias; se construyó una sala comunal con comedor y cocina donde se celebra todo tipo de eventos. Para proteger a los alumnos se construyó un sólido y bonito cerramiento.
Hace dos años se construyó una nueva aula que sirve de guardería. El mantenimiento de la escuela y sus implementos es permanente, siempre con el apoyo y ayuda de la comunidad. Se ha dotado a la escuela de computadores y una biblioteca bien surtida. Por el día del niño, el 1º de junio y por navidad, el Club Kiwanis Quito se hace presente para agasajar a los niños y con ayudas para los padres de familia.
A la fecha, la escuela cuenta con 5 docentes, 2 de los cuales hacen una pasantía del Instituto Superior “Juan Montalvo” y se ha suscrito un convenio con el Instituto Superior Aloasí, para que alumnos realicen prácticas de informática en los equipos de computación que fueron donados por el Club Kiwanis Quito.
Hay que relevar el afán de superación de los padres de familia, quienes acogiendo las enseñazas, consejos y asesoramiento de los profesores de la escuela, mejoraron el cultivo, producción y comercialización de productos agrícolas, lo cual les ha permitido generar mejores ingresos económicos para su bienestar y progreso.
El resultado de la dedicación de los profesores que impartieron la educación en la escuela campesina Kiwanis de Panzaleo desde el año 1972, es la profesionalización de varios alumnos que prestan sus destacados servicios en importantes entidades públicas y privadas como ingenieros eléctricos, ingenieros en auditora y contabilidad, ingenieros agrónomos, etc. Otros ex alumnos continúan su preparación académica en las Universidades Central, de Cotopaxi, Salesiana, entre otras.
Esta hermosa obra, la cual tiene atención permanente del Club Kiwanis Quito por espacio de casi 40 años, ha tenido un efecto multiplicador.
Hace 15 años, solicitó la ayuda del Club un grupo de moradores de la comunidad “Nuestra Señora de Baños” que se encuentra en el sub-trópico, a 100 kilómetros de Quito y 7 kilómetros de la población de Tandapi, subiendo a la cima de una montaña. Esta comunidad tenía una escuelita maltrecha, casi en ruinas y sus profesores tenían que dormir en la misma pues no podían todos los días subir y bajar la distancia indicada por un camino no carrozable y destruido. Solicitaban una habitación para estos profesores. Una vez inspeccionado el lugar, los miembros del Club Quito decidieron trabajar con esta comunidad para tratar de darles más de lo que solicitaban. Así se construyeron 2 departamentos para los profesores, una nueva escuela totalmente equipada y se construyó, además, una gran cisterna, con lo que se entregó a la comunidad agua entubada a las casas que estaban cercanas a la escuelita.
Esta escuela fue atendida por años con jornadas médicas y odontológicas, agasajos navideños y por el Día del Niño.
Cuando preguntamos a la persona que fue al Club a solicitar la ayuda, cómo supo de nuestra Organización, respondió: “Es que somos ex alumnos de la Escuela KIWANIS de Panzaleo y sabemos que ustedes cumplen con su trabajo.” "
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